Comentario Bíblico Ciclo ANoticias

DOMINGO III DE ADVIENTO

“Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. El Señor está cerca”

Lecturas: Is 35,1-6a. Dios viene en persona y os salvará. Sal 145. Ven, Señor, a salvarnos. Sant 5,7-10. Fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca. Mt 11,2-11. ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que espera a otro?

Este tercer domingo de Adviento es otro peldaño más que nos acerca en nuestro camino hacia la Navidad. Toda la liturgia prolonga la alegría agradecida del Bautista en una misma celebración. Su cautiverio se ilumina con las respuestas que alimentan la esperanza que no mengua en la prisión. ¡Ha merecido la pena confiar en el Señor y realizar la misión encomendada! Nadie podrá arrebatarle esta alegría por más que la muerte aceche satisfecha bajo el contorno sombrío de las intrigas humanas. También los cristianos tenemos una misión y merece la pena fortalecerla y celebrarla unidos en la Eucaristía dominical.

No siempre las buenas noticias son recibidas con entusiasmo. En ocasiones arrojamos sobre ellas el halo de la sospecha. Así lo vivieron los ciudadanos deportados de Israel hace unos 2500 años. Cuando las circunstancias cambiaron y la oportunidad de volver a su tierra se hizo posible, surgió en ellos el miedo al encuentro con una tierra empobrecida y a una travesía repleta de riesgos nunca suficientemente calculados. El profeta Isaías entona un bello canto y no por su hermosura menos cierto. Compone con sus palabras y experiencia de Dios un anhelo novedoso que anima al retorno. Su poema enraizado en el Dios de la promesa es capaz de transfigurar el desierto en vergel reverdecido, en paraíso reencontrado. Asistimos comunitariamente a la misma llamada. Somos invitados a recorrer los mismos caminos de la esperanza bajo la misma presencia amorosa del Dios que nos cuida. El Salmo prorrumpe en un festivo canto de alabanza al Señor que nunca nos abandona. Si el camino es difícil, hemos de mantenernos firmes mientras esperamos la venida definitiva del Señor y verdadero juez de la historia (2ª lectura).

Las preguntas de Juan desde la mazmorra no reflejan una mera curiosidad que precisa ser satisfecha. La respuesta de Jesús no se basa en una colección de palabras sino en hechos. En su actuar, la vida de los excluidos se transforma. El eco de la conversación se produce en el desierto, en la cárcel, en los arrabales de la vida, en el conflicto de los hombres, no en los palacios que desconocen el dolor humano. En este diálogo hay un lugar para ti y para mi…para todos.

Ramón Carlos Rodríguez

Rector del seminario

 

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba