Jessica, Jaime, Miguel, William, Miguel y José Antonio recibieron el Bautismo en la Solemne Vigilia Pascual de la Catedral

El Obispo, D. Antonio Gómez Cantero presidió su primera Vigilia Pascual en nuestra diócesis de Almería. Al salir de la Sacristía se encontraba con el templo totalmente a oscuras, iluminado únicamente por el fuego nuevo que iba a bendecir en el Claustro. Posteriormente, tras la incisión de la cruz, del alfa y el omega y de los otros signos en el Cirio, incrustó los cinco granos de incienso, en recuerdo de las llagas del Señor. Para culminar el rito encendiendo el Cirio Pascual con el nuevo fuego, símbolo de la vida y la resurrección. Al finalizar este rito, comenzó la procesión hasta el Presbiterio al que le acompañaron los catecúmenos que iban a recibir los sacramentos de la iniciación cristiana, una comunidad neocatecumenal que, después de muchos años de formación, renovaron solemnemente, sus promesas bautismales y un numeroso grupo de fieles.
En su homilía, D. Antonio se dirigió con afecto a los que iban a recibir el bautismo: “Ahora, en esta Noche Santa, seis adultos han pedido a la Iglesia el Bautismo: Jessica, Jaime, Miguel, William, Miguel y José Antonio. En el bautismo cada persona es insertado en una compañía de amigos que no lo abandonará nunca, ni en la vida ni en la muerte, porque esta compañía de amigos es la familia de Dios, que lleva en sí la promesa de eternidad. Esta compañía de amigos, esta familia de Dios, en la que ahora son insertados, les acompañará siempre, incluso en los días de sufrimiento, en las noches oscuras de la vida; les brindará consuelo, fortaleza y luz”.
Después, el pueblo fiel renovó sus promesas bautismales y el Prelado los asperjó con agua bendita, como símbolo del agua que recibieron en su Bautismo.
Antes de finalizar, el Prelado impartió la bendición apostólica con indulgencia plenaria. La celebración eucarística terminaba entonando el Regina Coeli.