El Santuario diocesano del Saliente rinde tributo a su primer ermitaño en el día de difuntos

En la Conmemoración anual de Todos los Fieles Difuntos, el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de los Desamparados del Buen Retiro del Saliente Coronada ha celebrado la Santa Misa de Réquiem por sus bienhechores con un particular homenaje al que fuera su primer Ermitaño: el Hermano Roque Leonardo.
Desde el Santuario Diocesano del Saliente la fiesta de los difuntos ha estado marcada por una fuerte espiritualidad y el recuerdo de los bienhechores. Al mediodía, mientras la cercana Villa de Albox bullía en fiestas, comenzaba la impresionante Santa Misa de Réquiem ante la venerada imagen de la Pequeñica. Una liturgia austera, pero solemne a la vez, que sembró de esperanza en la vida eterna a los fieles allí congregados. El místico silencio solo fue interrumpido por los magníficos cánticos religiosos que interpretó la gran música de Oria Dª Rosabel Oller Sevilla, que quiso ofrecer su arte a tan singular momento.
Tras la conclusión de la Santa Misa de Réquiem, las notas de las preces por los Difuntos guiaron a los fieles hasta el claustro. En este recogido lugar, junto a la puerta de acceso, se ha construido en mármol blanco de Macael un artístico cenotafio en memoria del primer Ermitaño que sirvió a la Pequeñica.
El hermano Roque Leonardo Sánchez Escoriza
El Hermano Roque Leonardo Sánchez Escoriza fue el primero que habitó junto a la Virgen del Saliente desde su llegada al monte Roel en 1716. Nacido en el diminuto pueblo de Benitorafe en 1680, recibió el Bautismo de manos de don Lázaro de Martos, fundador del Santuario. Marcado profundamente por la espiritualidad mariana de este presbítero albojense, le fue confiado el cuidado de Nuestra Señora durante veinticinco años. Su sincero fervor y dulce piedad le hicieron acreedor de la admiración de sus coetáneos, hasta su muerte a los sesenta y cuatro años en 1745. Tras fallecer, antes de sepultarlo en la Iglesia Parroquial de Santa María, se comprobó con sorpresa que su cuerpo permaneció incorrupto y flexible durante varios días. Este fenómeno agrandó la fama de virtud del hermano Roque Leonardo entre los peregrinos del Saliente.