El obispo visita el Llano de los Olleres para honrar a D. Domingo Fernández Navarrete

La mañana del sábado, con motivo del V aniversario de la dedicación de la Iglesia Parroquial y Votiva de Nuestra Señora del Carmen, el Prelado almeriense celebró una Misa solemne y rindió un cálido homenaje a este querido sacerdote albojense recientemente jubilado.
Un solemne aniversario
Hace cinco años, el 17 de diciembre de 2017, fue dedicada y consagrada la Iglesia Parroquial y Votiva de Nuestra Señora del Carmen de la aldea albojense del Llano de los Olleres. Este templo, cuyos orígenes se remontan a un voto formulado por los aldeanos durante la epidemia de cólera de 1860, fue intensamente reformado y ornamentado con el tesón de sus feligreses. Un año después, en 2018, se erigió canónicamente la Mayordomía de Nuestra Señora del Carmen y, desde entonces, sus mayordomos continúan velando por el cuidadoso embellecimiento y el culto de este hermoso enclave mariano.
Aprovechando esta efeméride y con el objetivo de rendir un homenaje al sacerdote don Domingo Fernández Navarrete, natural de esta aldea y jubilado hace unos meses, se recibió la visita del Obispo don Antonio Gómez Cantero. Recibido con flores y con el cariño de los buenos aldeanos; presidió la solemne celebración de la Misa que, además del homenajeado, concelebraron el párroco, don Antonio Jesús María Saldaña Martínez y el párroco de Santa María, don Antonio José Romero Villegas. El Coro, dirigido por doña Julia Pardo Granados, interpretó las tradicionales melodías de las “Misas de Gozo” con coplas compuestas especialmente para la ocasión.
«Me siento como en casa»
Durante la entrañable homilía, que escuchó una amplia representación de las Cofradías y autoridades albojenses, el Obispo confesó feliz: «Me siento como en casa». Recordando su experiencia de la vida rural en Palencia, cantó la belleza de la vida de los pueblos y alabó el buen gusto de los vecinos a la hora de decorar tan primorosamente su templo. Pero, sobre todo, incidió en la misión de hacer comunidad en esta etapa sinodal de la vida de la Iglesia. Con gran ternura, glosó detalladamente el ministerio pastoral de don Domingo y pidió que su maravilloso ejemplo continúe suscitando vocaciones sacerdotales como hasta ahora.
Después, bendijo los nuevos retablos del Santísimo Cristo de la Salud y las Benditas Ánimas del Purgatorio. Ambos han sido realizados en los talleres lorquinos de don Juan Larios y han sido regalados por el propio don Domingo. También se bendijo la impresionante nueva cancela, con sus vidrieras de motivos marianos y su lámpara granadina.
«Intentaré volver para celebrar san Antonio»
El momento más emotivo se vivió en la acción de gracias que, entrecortada por las lágrimas, pronunció la Mayordoma Mayor doña Juana García Carmona. Haciendo memoria de todas las vivencias de estos últimos años, repartió diversos regalos y una especial distinción al joven artista don German Pardo Oller que había diseñado el original cartel de la convocatoria.
Especialmente gracioso fue cuando, tras verse obligado el Obispo a rechazar las fechas que le proponía para regresar a esta aldea; lo emplazó a festejar su onomástica en el Llano de los Olleres el mismo día de san Antonio de Padua.
Finalmente, en la Casa Mayordomía, se celebró una fraternal comida campestre de la que todos participaron y en la que no faltó la característica cuerva propia del laborioso campo albojense.