El obispo preside los actos del XXV aniversario de la bendición de la imagen de Ntro P. Jesús del Gran Poder

El viernes 16 de abril se cumplían los 25 primeros años de la bendición de la imagen de la sagrada imagen de Ntro. P. Jesús del Gran Poder, expuesta a la veneración de los fieles en la iglesia parroquial de San Pío X, en el clásico barrio del Zapillo de la capital almeriense. La imagen es uno de los titulares de la “Hermandad de Nuestra Señora del Carmen y Cofradía de Nazarenos de Ntro. P. Jesús del Gran Poder y María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, y de San Juan Evangelista”, domiciliada canónicamente en la mencionada iglesia parroquial. Con motivo del aniversario la Hermandad organizó una misa solemne de acción de gracias y, aunque no se pudo tener el tradicional besapiés de la imagen del Nazareno, los fieles acudieron a orar ante la imagen del Señor camino del Calvario con la cruz a cuestas, confiándole por su pasión y cruz súplicas de ayuda y socorro en tiempos de dura pandemia, gracias de mejora personal y social, salud y trabajo necesario. La misa fue celebrada por el Obispo diocesano Mons. Adolfo González Montes, y concelebrada con él por el Cura párroco y Consiliario de la hermandad D. Francisco Ruiz Fornieles, y el anterior párroco D. Francisco Fenrnádez Lao.
Se hicieron presentes cofrades de las distintas hermandades y cofradías asociadas en la Agrupación de Cofradías de la Capital, así como representantes del Ayuntamiento almeriense. No pudo estar por hallarse enfermo con covid-19 D. Antonio Martínez Imbarato, hermano mayor de esta Cofradía de nazarenos. Espiritualmente unido a la santa Misa hizo llegar su comunión con la Cofradía y asamblea litúrgica, y todos le tuvieron muy presente. Al final hubo entrega de una reproducción fotográfica del Gran Poder en diversos tamaños al Obispo, a los dos párrocos y al antiguo hermano mayor y otras personas a las que quiso expresar su agradecimiento la popular Hermandad de la parroquia de San Pío X.
A pesar de la pandemia, acudieron muchos fieles, que en todo momento tuvieron las precauciones que ordenan las medidas sanitarias, manifestando así el hondo calado de la fe en el pueblo cristiano, a pesar de la influencia que una cultura materialista y utilitaria ejerce sobre la sociedad.