Cristina Inogés: “El pueblo de Dios tiene que caminar unido, escuchándonos unos a otros y sobre todo atentos a la voz del Espíritu”
Organizado por MISIÓN ALMERÍA la ponencia tuvo lugar el pasado martes 14 de noviembre en la parroquia de los jesuitas

La charla de Cristina Inogés comenzó al revés: por las preguntas. Nada más comenzar su intervención invitó al más del centenar de presentes que estaban congregados en la iglesia de san Ignacio de Piedras redondas a preguntar qué querían saber sobre el Sínodo. La ponente es una de las seis personas que han sido invitadas personalmente por el Papa. Laica, mujer, teóloga y escritora define lo que se ha conseguido como “un paso de gigante”. Según Cristina, esta igualdad de la mujer en la Iglesia, “no es cuestión de feminismo, es cuestión de bautismo”. Se apoya en la frase de Francisco: “A todos nos bautizan laicos y eso nos iguala a todos”.
“Nos hemos sentido bien, en igualdad de condiciones, con las mismas posibilidades porque nuestro voto valía igual que el de un obispo”, comentaba informalmente la ponente ante la pregunta de cómo se había sentido en el Sínodo tradicionalmente con exclusiva participación de obispos y cardenales.
“Todo comenzó con un retiro de tres días. Era imprescindible comenzar en oración porque el Sínodo es un proceso espiritual. Lo que allí se pretendía era dar cauce a lo que el Espíritu sopla a nuestra iglesia. No era el tiempo de poner ideologías en contraposición u opiniones personales, sino de intentar descubrir el pulso del Espíritu en el diálogo”.
¿Por qué eran redondas las mesas? “Porque así no tenían presidencia. Todos todos todos (como afirmó el papa en la JMJ) tenemos un lugar en la Iglesia. Es el pueblo de Dios quien tiene que caminar unido, escuchándonos unos a otros y sobre todo atentos a la voz del Espíritu. No necesitamos una iglesia de ideas sino sólo basada en la memoria del corazón. Si no lo hacemos así será complicado. Pasar de la iglesia del poder a la iglesia de la autoridad. Y la diferencia es que el poder vence, pero la autoridad convence” concluyó la ponente.
Al finalizar, los presentes pudieron tener un diálogo más cercano con ella y preguntar algunas cuestiones que todavía quedaron en el tintero.