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Visita pastoral a la Parroquia de Santa Cruz de Marchena

En el ágape final, la parroquia homenajeó a D. Manuel Camacho de los Ríos, sacristán de la parroquia en los últimos setenta años con un gran celo y cariño

El sábado 26 de octubre el pequeño municipio de la Alpujarra almeriense, Santa Cruz de Marchena, recibía la visita del Obispo Diocesano Mons. González Montes. En la actualidad cuenta con unos 200 habitantes empadronados en el municipio.

No era la primera vez que el prelado diocesano visitaba la parroquia de San Agustín. De hecho, tres años atrás realizó otra visita canónica en la que recomendó encarecidamente la intervención en la fábrica de la misma, así como la rehabilitación de la pila bautismal y del baptisterio como espacio celebrativo.

El Señor Obispo fue recibido a las puertas del templo parroquial por el cura Administrador parroquial de la misma, D. Andrés Francisco Rodríguez, que atiende también las cercanas parroquias de Alboloduy, Alhabia y Alsodux. Además del cura administrador parroquial también estaban presentes para recibir al prelado el alcalde del municipio D. Felipe Salvador Berenguel y la corporación municipal. Junto a ellos un nutrido grupo de feligreses le esperaban en la plaza de la Iglesia.

Tras el recibimiento y una breve visita al Santísimo Sacramento en el recién restaurado sagrario, D. Andrés realizó la salutación de bienvenida. En ella, rememoró el hecho de la anterior visita del prelado en la que había insistido en la necesaria reforma tanto física como espiritual de la parroquia. En pleno proceso de reforma, don Andrés aludió al hecho de que siguiendo las indicaciones de S. E. se habían acometido ya dos fases en la consolidación, restauración y rehabilitación del templo parroquial. Si en una primera se había abordado la restauración de la torre devolviendo a la balconada el esplendor de antaño, en una segunda se había afrontado la rehabilitación integral de la fachada principal de la Iglesia. Hecho este que le había devuelto la belleza con que los próceres santacruceros la habían dotado.

Se ha abordado la restauración de la torre devolviendo a la balconada el esplendor de antaño y la rehabilitación integral de la fachada principal de la Iglesia.

En un segundo momento la comitiva episcopal se desplazó hasta la Casa Consistorial donde fueron recibidos por la corporación municipal presidida por el Señor Alcalde. Una vez visitadas las dependencias municipales el Obispo departió en el salón de plenos con los regidores del municipio, interesándose por las necesidades más primordiales del pueblo. El Alcalde informó al Señor Obispo de las obras que el ayuntamiento tiene planificadas para los próximos años, así como de la gestión que se hace del municipio. Un tema de especial relevancia fue el de la paulatina despoblación que en los últimos años se había acentuado no solo en el municipio de Santa Cruz, sino también en toda la comarca. Tanto el Sr. Obispo como el Alcalde coincidieron en la necesidad de políticas eficaces para frenar este fenómeno que tanto impacto estaba teniendo en el medio rural español.

Una vez concluida la visita al Ayuntamiento, el propio Sr. Alcalde se incorporó a la comitiva episcopal que en esta ocasión se trasladó hasta las dependencias de Cáritas parroquial recientemente constituida. En ella el director de la misma D. Francisco García Ferres fue el encargado de hacer una somera presentación tanto de las instalaciones como de las actividades que en ella se desarrollan. En cuanto al primer aspecto se puede reseñar el hecho de que se trata de un local propiedad del Ayuntamiento que se circunscribe en el complejo de una residencia recién remozada, pero que nunca llegó a inaugurarse. En consecuencia, se trata de unas dependencias a estrenar. Por su parte, la corporación municipal tomando conciencia de las necesidades de la comarca, así como de la solicitud del párroco cedió gustosa dicho emplazamiento para los servicios de Caritas parroquial. Conviene reseñar que la Cáritas de San Agustín, de Santa Cruz de Marchena, fue erigida en los últimos días del pasado año 2018 con el fin de atender a los menesterosos y ancianos de las cuatro poblaciones del Bajo Nacimiento -Santa Cruz, Alboloduy, Alhabia y Alsodux.

En cuanto a las actividades que en ella se llevan a cabo el Sr. Director afirmó que se dividían en tres grupos fundamentalmente. Por un lado, la atención inmediata a los necesitados. Esta se hacía con productos de primera necesidad tanto alimenticios como de higiene personal. Para ello era necesario proveer a la Cáritas de los suficientes recursos por lo que se desarrollaban un segundo grupo de actividades destinadas a la colecta y gestión de los bienes necesarios a tal efecto. Por último, los voluntarios que rondan la decena entre los diversos municipios habían planteado una nueva línea de actuación en la visita, acompañamiento y atención de los ancianos e incapacitados en sus propios domicilios.

Una vez bendecido el nuevo local, el Señor Obispo mantuvo un breve encuentro con los voluntarios, a los que animó a trabajar por los más desfavorecidos, que en el caso de estas villas alpujarreñas rondan las quince familias.

Tras la bendición de las instalaciones de Cáritas el Señor Obispo con toda la comitiva regresaron a la Iglesia. Allí pudo comprobar in situ la evolución de las obras. A tal efecto se había colocado un mural donde se podía constatar la situación del templo antes y después de las dos fases de reforma. En este caso fue el sacerdote encargado de la parroquia quien explicó los pasos dados hasta el momento en el marco del proyecto de restauración integral de la zona exterior de la iglesia. Las fases ejecutadas habían sido dos. En la primera y más acuciante se procedió a la consolidación, restauración y reconstrucción parcial del interior de la torre, así como de la balconada de la Iglesia. Dicha intervención ascendió a unos 18.000 euros de los cuales 16000 fueron aportados por el Obispado de Almería y el resto por la parroquia. En un segundo momento se procedió a la restauración y rehabilitación de la fachada principal, así como a la colocación de un zócalo de piedra natural tipo olivillo en todo el perímetro del templo parroquial. Con ello, se pudo limpiar y restaurar la piedra original de la fachada principal con especial atención a su portada muy deteriorada por el paso de los siglos. En esta misma intervención se recuperó el aparejo mudéjar de la parte izquierda de la fachada principal y se acometieron los saneamientos de los bajos de todo el perímetro para solucionar, al menos en parte, los problemas de humedades. Esta segunda actuación ascendió a la cantidad de 26000 euros de los cuales el Obispado aportó 10000, el Ayuntamiento 6000 y los restantes 10000 la feligresía de Santa Cruz. Don Andrés informó al Señor Obispo de que ya había preparado un montante de 10000 euros procedentes de una subvención del municipio -6000-, y de la parroquia -2000- para hacer realidad la tercera etapa de restauración en la que se pretende devolver el esplendor y la belleza original a la fachada lateral.

A la bendición de la recién restaurada fachada principal de la Iglesia siguió la tradicional foto de familia de toda la feligresía con el Sr. Obispo y las autoridades presentes.

A continuación, tuvo lugar la Eucaristía donde la comunidad parroquial participó de forma activa. En este sentido el grupo de lectores hizo las lecturas y el coro parroquial reforzado, por varias feligresas del vecino pueblo de Alhabia, entonó cantos tradicionales que colaboraron en un ambiente de recogimiento, oración y alegría. En la homilía el señor Obispo exhortó a la feligresía a perseverar en la fe de la Iglesia con independencia de los vientos secularizadores que azotaban a la barca de Pedro. Para ello y basándose en las lecturas dominicales hizo hincapié en la necesidad de una vida intensa de oración como único medio de estar unidos al Señor para nutrirse de su amor y de su Espíritu. Un Espíritu absolutamente necesario para poder caminar en esta vida sin miedos ni complejos como seguidores de Jesucristo. Lejos de cualquier fariseísmo la actitud del cristiano ante Dios debe ser la de aquel que se sabe en todo dependiente de él y, por consiguiente, la humildad debía ser su nota característica. Al termino de la santa misa se cantó la salve a la virgen, hecho que el prelado aprovechó para incensar la imagen de la Inmaculada situada en el retablo mayor.

Antes de saludar uno por uno a los feligreses y de ofrecerles un recordatorio, S. E. auxiliado por el señor alcalde mostraron al pueblo el nuevo lienzo que representa a uno de los personajes más ilustres de Santa Cruz de Marchena, el arzobispo Francisco Alejandro de Bocanegra y Xibaja. Nacido el año 1709, hijo de don Luis de Bocanegra Xibaja Salcedo, que era por entonces gobernador de la Taha de Alboloduy, y de doña Rosa María Díaz Salido y Granados. Estudió en la Universidad de Salamanca, en la Universidad de Granada y finalmente en la Universidad de Ávila. Fue Canónigo Penitencial de la Catedral de Coria y, después, Canónigo Arcediano de la Catedral de Almería. En 1757 fue consagrado Obispo de Guadix y en 1772 fue promovido a la sede metropolitana de Santiago de Compostela, donde falleció en 1782.durante el cual tuvo lugar unos de los actos más emotivos del día.

En el agape, la parroquia homenajeó a D. Manuel Camacho de los Ríos, sacristán de la parroquia en los últimos setenta años con un gran celo y cariño.

El lienzo presentado a la feligresía fue colocado en la sacristía de la parroquia, sustituyendo una pequeña fotografía del mismo que estuvo durante años colocada en una de sus paredes, consiguiendo así revalorizar la figura de este eclesiástico y el patrimonio parroquial.

Para finalizar la visita el Señor Obispo junto con toda la feligresía se trasladaron hasta el teatro municipal para compartir un fraternal ágape, durante el cual tuvo lugar unos de los actos más emotivos del día. La parroquia homenajeó a D. Manuel Camacho de los Ríos, sacristán de la parroquia en los últimos setenta años con un gran celo y cariño. El Señor Obispo le hizo entrega de una placa en reconocimiento a sus años de dedicación y servicio, y le agradeció el esmero y cariño con el que ha servido a la iglesia durante toda su vida, hasta que la edad, sus 90 años, le ha llevado a una residencia.

Al finalizar la misma, el pueblo agradeció al Señor Obispo el esfuerzo económico que el Obispado está realizando en la restauración de la iglesia y la preocupación por la misma, así como la visita pastoral que ha llevado a cabo, siendo la segunda en menos de tres años.

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