El pasado jueves se celebraba en la capital de Almería la tradicional Fiesta del Cuerpo Nacional de Policía con motivo de la memoria litúrgica de los Santos Ángeles Custodios. Esta memoria se celebra el 2 de octubre, que es su verdadero día, pero el Cuerpo Nacional de Policía este año ha querido celebrar la fiesta patronal de los Ángeles Custodios en Almería, concentrando un buen número de mandos y miembros de este cuerpo de Seguridad del Estado de todo el país, a los que acompañaron además las autoridades civiles del Gobierno de la nación, presididas por el Ministro del Interior, de la Junta de Andalucía y autoridades locales.
Antes del acto corporativo, celebrado en el parque de Las Almadrabillas, el Obispo celebró la Misa votiva de los Santos Ángeles a petición del Cuerpo, siendo muy numerosa la asistencia de los policías y sus familias. Concelebraron la Misa con el Obispo algunos sacerdotes miembros del Cabildo catedral y del presbiterio diocesano, y en la oración de los fieles se oró en particular por los miembros de un cuerpo de seguridad del Estado que con tanta generosidad garantizan el orden y la paz social, exponiendo a veces su vida por la de los ciudadanos a los que sirven.
No deja de ser sorprendente que la crónica del Día de la Policía Nacional apenas deje ver en los rotativos locales y en otros noticieros no incluya el acto religioso, libre y voluntario, como no puede ser de otra manera, pero un acto de trascendencia social como la religión misma, que es una realidad social y configuradora de la vida de los ciudadanos. A continuación, reproducimos la homilía de Mons. González Montes, de la misa votiva de la memoria de los Ángeles Custodios.