Carta del Obispo con motivo del X Congreso Eucarístico Nacional de Toledo
REUNIDOS EN TORNO AL ALTAR DE DIOS
Queridos hermanos y hermanas:
Se acercan los días del «X Congreso Eucarístico Nacional» que venimos preparando con gran ilusión, como una ocasión de gracia y fortalecimiento de fe que Dios nos ofrece, para consolidación de las Iglesias de España, en momentos en que la secularización y el relativismo moral que acusan las sociedades cristianas como la nuestra suponen un reto para el testimonio y la evangelización.
El Congreso Eucarístico, parte del Plan pastoral de la Conferencia Episcopal 2006-2010 centrado en la Eucaristía
Este Congreso forma parte del «Plan pastoral de la Conferencia Episcopal Española 2006-2010», que justamente lleva por título «Yo soy el pan de vida» (Jn 6,35): Vivir de la Eucaristía». El Plan fue aprobado en la LXXXVI Asamblea plenaria de la Conferencia celebrada del 27 al 31 de marzo de 2006. Venía este Plan de la Conferencia a hacer de la Eucaristía el contenido y principio de articulación de todo un programa de acción pastoral que tomaba como referencia inmediata la reciente celebración del «Año de la Eucaristía» en 2005, y después de la conmemoración en 2004 de los 150 años transcurridos desde la proclamación del dogma de la Concepción Inmaculada de la Virgen María en 1854. Se explica lo que dice la introducción a este Plan que terminará justamente al término de este año en curso: “Contemplar el rostro de Jesucristo, el hijo de Dios vivo, nacido de las entrañas purísimas de María Virgen, es nuestro «programa» permanente: Ave verum Corpus natum de Maria Virgine!” (Plan pastoral 2006-2010, n.1). La expresión es del Papa Juan Pablo II, cuyo ministerio agradecíamos a Dios vivamente los Obispos españoles, haciendo nuestro el magisterio eucarístico que nos legó como testamento lleno de belleza y orientación de la vida cristiana en su encíclica «Ecclesia de Eucharistia», publicada en 2003.
Juan Pablo II había convocado una nueva asamblea del Sínodo de los Obispos, que quedó en suspenso tras la muerte del Papa y fue ratificada por su sucesor, el Papa Benedicto XVI, razón por la cual, una vez celebrado el Sínodo del 2 al 23 de octubre de 2005, la Conferencia Episcopal se proponía, entre otras acciones pastorales del nuevo Plan, que marcaran la vida de la Iglesia durante su vigencia, la recepción de la Exhortación apostólica postsinodal sobre la Eucaristía que publicara el Papa Benedicto XVI. La Exhortación llegaba poco después y el Papa la publicaba con el título «Sacramentum caritatis» el 22 de febrero de 2007, fiesta de la Cátedra del San Pedro.
Juntamente con la recepción de esta Exhortación, el Plan preveía la renovación de la pastoral eucarística, inseparable de la evangelización, cuya meta es la Eucaristía, y, en consecuencia, inseparable de la iniciación cristiana que culmina asimismo con la Eucaristía. Razón por la cual el Plan dedicaba atención a la catequesis y a la pastoral de la iniciación sacramental y participación de los fieles en la Eucaristía y en el culto eucarístico, insistiendo en la formación tanto del clero como de los fieles en la fe eucarística y proponiendo una profunda renovación de la celebración litúrgica de la fe y, particularmente de la celebración de la Eucaristía. El Plan preveía además la celebración del X Congreso Eucarístico Nacional en 2010, cuya finalidad y objetivos describía: “reflejará y potenciará hacia el futuro las iniciativas y la acciones que las distintas Comisiones Episcopales y otros organismos habrán llevado a cabo durante el quinquenio en los tres campos y en los diversos ámbitos a los que se refiere este Plan pastoral”, que son los siguientes: 1) la transmisión de la fe partiendo de la celebración eucarística; 2) la apertura de la celebración de la Eucaristía a la esperanza que inspira la renovación profunda del pueblo de Dios y de los estados y ministerios; y 3) la comunión eucarística que fundamenta la comunión eclesial y el servicio de la caridad.
Asumido el compromiso de celebrar el Congreso Eucarístico, la XCII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, celebrada del 24 al 28 de noviembre de 2008, aceptó el ofrecimiento de la Archidiócesis de Toledo para sede del mismo. El Congreso hace el número décimo de los celebrados en España, habiendo sido el último el celebrado en Santiago de Compostela en 1999, con motivo del año jubilar de 2000.
Información sobre organización y participación
Para una información puntual de todos los preparativos y organización del Congreso, la Archidiócesis de Toledo ha confeccionado un sitio en la red o página web, que cualquiera puede consultar, donde se halla el programa de actos religiosos y culturales, las posibilidades de hospedaje durante los días de la celebración, y que es la siguiente: http://www.congresoeucaristico2010.
Para facilitar la organización de la participación de cuantos tengan la intención de acudir a Toledo, que os encarezco vivamente, siguiendo la actuación de los demás Obispos y por sugerencia de la misma Archidiócesis de Toledo, he nombrado un Delegado diocesano. Como ya es conocido, el Delegado es el Consiliario diocesano de la Adoración Nocturna, que viene trabajando en la preparación de la participación de los diocesanos en el Congreso de Toledo. Él os envía los materiales y os informa de cuanto se ha hecho y organizado para lograr una participación activa y con fruto en el Congreso Eucarístico.
Representación oficial y participación diocesana en el Congreso
La diócesis tendrá una representación oficial en el Congreso, que estará formada por siete personas designadas por el Obispo, conforme a las instrucciones recibidas de la Comisión organizadora de Toledo. No debe confundirse esta representación oficial con la participación diocesana, que es muy deseable que sea amplia y generosa, que haga presente a nuestra Iglesia de Almería en un acontecimiento tan significado para fortalecer e impulsar la fe eucarística y el testimonio del Evangelio en la sociedad de hoy. Precisamente con estas letras quiero animar a los sacerdotes y a las comunidades parroquiales, y a las comunidades de vida cristiana de especial consagración y a los movimientos apostólicos a organizar con presteza la participación en el Congreso.
Acompañamiento de la oración de las religiosas y de los fieles que no participen en el Congreso
Encomiendo a las religiosas de clausura que acompañen desde sus claustros la celebración del Congreso con la adoración eucarística que las distingue y la constante oración por el éxito apostólico y pastoral del mismo. No sólo a ellas, pido también a las religiosas apostólicas, muchas de las cuales, al igual que algunas comunidades de clausura, llevan en el nombre de su instituto la filiación espiritual de la Eucaristía y han sido fundadas al calor eucarístico de los fundadores y fundadoras, que no dejen de orar acrecentando la adoración eucarística.
Este acompañamiento orante del Congreso, realizado desde los conventos y casas religiosas, igual que desde las comunidades parroquiales, hará mucho más creíbles los títulos eucarísticos que identifican a tantas comunidades religiosas y tantas asociaciones de fieles laicos que, como sucede con muchas hermandades y cofradías llevan el título de «sacramentales».
Dando este acompañamiento al Congreso de Toledo, daremos asimismo prueba de la fe eucarística que alimenta la fe católica de las Iglesias de España. Os pido, por esto mismo, que organicéis bien algunos actos eucarísticos en las parroquias y comunidades que secunden el Congreso y preparéis con fervor y compromiso la celebración de la Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre del Señor que celebraremos, Dios mediante el domingo día 6 del próximo mes de junio, apenas clausurado el Congreso Eucarístico.
Este año tanto el Congreso como la Solemnidad del Corpus Christi adquieren un valor singular de solidaridad fraterna, que dimana de la mesa eucarística, en tiempos de crisis social y económica, cuando la ayuda fraterna a los que no tienen trabajo se convierte en un signo visible del amor que inspira la fe en Cristo y en prueba de la autenticidad del fervor eucarístico.
Sólo me queda remitiros al mensaje de los Obispos españoles dirigido a todas las Iglesias diocesanas con motivo de este X Congreso Eucarístico nacional con el título «Me acercaré al altar de Dios, la alegría de mi juventud». Leedlo con atención y reflexionad sobre su contenido: quiere ser propuesta y orientación de la fe eucarística y de su alcance, porque la Eucaristía, adorada con amor se ha de convertir en este nuevo encuentro nacional en torno a Cristo en verdadera ocasión de gracia y de renovación de la vida cristiana permanentemente joven, siempre rehaciéndose desde el interior de la vivencia de la fe de cada bautizado y siempre renovando la vida de la comunidad de fe.
Con mi afecto y bendición.
Almería, a 9 de mayo de 2010
VI Domingo de Pascua
+Adolfo González Montes
Obispo de Almería